Los últimos días en materia legislativa referente al cannabis y al cáñamo tuvieron un ritmo vertiginoso. 

Hace aproximadamente un mes en la última Expo Cannabis, el Ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas declaró que antes de que termine el año, el proyecto de ley que ya cuenta con media sanción en el Senado de la Nación, saldría aprobado en la Cámara de Diputados. 

En aquella oportunidad, Kulfas repitió las estimaciones que motivaron a que hace más de un año su cartera trabaje en un proyecto que habilite la largada a un sector productivo que tiene un potencial de crecimiento muy fuerte.

 “Según las proyecciones elaboradas por el equipo técnico del ministerio, el potencial económico para el desarrollo de la actividad del cannabis medicinal y el cáñamo industrial proyecta para el año 2025 generar 10.000 nuevos empleos (con gran porcentaje en el sector I+D+i), ventas al mercado interno por US$ 500 millones anuales y exportación por US$ 50 millones anuales”.

Después vinieron los turbulentos vientos eleccionarios que taparon prácticamente toda posibilidad de discusión que no gire en torno al acuerdo con el FMI, Cristina, Macri, Larreta, Alberto…en fin lo que ya vivimos. 

Hace unos días, una fuente confiable nos dijo: la idea es que el proyecto salga sobre tablas. Que al haber sido aprobado casi por unanimidad por Senadores, se sancione prácticamente sin debate por todo el potencial generador de recursos y trabajo que posee. 

¿Qué dice el Proyecto?

El proyecto cuenta con dos verticales potentes: el cáñamo industrial y el uso del cannabis medicinal. 

En lo que respecta al Cannabis Medicinal el proyecto promueve mecanismos de autorizaciones para los productores y comercializadores, y estrategias de seguridad, fiscalización y trazabilidad en la cadena. El objetivo de la normativa es brindar un marco regulatorio para la inversión pública y privada en toda la cadena del cannabis medicinal y complementar la actual legislación, la Ley 27.350, que autoriza el uso terapéutico y paliativo del cannabis.

Con respecto al Cáñamo Industrial  la futura ley apunta a regular los eslabones productivos, los de comercialización y sus subproductos. También prevé  la creación de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME) cuya función principal será la de regular, administrar y fiscalizar toda la cadena productiva de cannabis y cáñamo. También la de otorgar y administrar autorizaciones para producción y comercialización, con especial atención a PyMES, cooperativas y economías regionales.

Sigue Girando

 Y el mes de noviembre sigue con novedades. El Ministro se presentó ante la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara y el resultado fue el dictamen favorable para ser tratada. 

Para seguir con las novedades, el ANMAT sacó una disposición en el Boletín Oficial, la Nro.   8504/2021 donde habilita la comercialización de productos cosméticos y destinados a la higiene personal que contengan CBD y trazas de THC menores al 2%.   Lee la disposición   

La última gran noticia es que la Comisión de Presupuesto y Hacienda también dio curso el proyecto con lo cuál resta que la traten en el recinto. 

Cada vez falta menos para que el sector del cáñamo industrial y del Cannabis Medicinal tengan un marco regulatorio que no es el fin del camino. Es sí un punto de partida fundamental para comenzar a trabajar por un conjunto productivo que carga sobre sus espaldas un pasado de prohibiciones, un presente de trabajo y promete un futuro cercano de desarrollo, crecimiento y trabajo. 

Foto portada: Clem Onojeghuo (Unplash).